A Lanzada: hechizo de cielo y arena



Distintas épocas se superponen en este saliente rocoso besado por las olas. De la Edad de Bronce a la Gallaecia Romana, pasando por un medievo eternamente salpicado de salitre.

El hechizo...

En cuanto salimos del coche el hechizo nos golpea el rostro... El aire marino, la promesa de luz del sol... El aleteo de las gaviotas estallando en el cielo como espuma de olas en un infinito mar celeste... El día azul nos atrapa y, poco a poco, vamos confiando...










Frente al horizonte, se replegó el musgo crecido en estos meses en la cara norte de nuestras mejillas. Se evaporó la lluvia que, desde hace semanas, desbordaba nuestras miradas, ríos y embalses.






La pasarela de madera se convierte en introducción y epílogo de nuestra propia fantasía. En ella, las piedras murmuran, incansables, sus historias. Historias de tiempos distintos y vidas distintas porque allí, en el castro, se han vivido muchas vidas. 

Un Castro junto al mar

Solo con un primer vistazo es fácil apreciar claramente la división de las edificaciones. Nos adentramos en el pequeño poblado, pidiendo permiso a una nube pasajera que pasa sobre nosotros.


En el medio, una construcción central semeja el eje de la vida en común de nuestros antepasados atlánticos. Se han encontrado vestigios, tanto cerámicos como de metal, que apuntan a un asentamiento dilatado en el tiempo. 
Los alrededores del poblado y el islote cercano están plagados de pistas que invitan a imaginar la vida cotidiana en la zona.



Junto al asentamiento castrexo, se encuentra una necrópolis de época bajo romana. Sobre ella el aire parece teñirse de una solemnidad especial. Y hasta callan los pájaros, portadores de todos sus secretos. Las miradas de los espíritus nos observan entre sus muros de tiempo, invitándonos a conocerlos y a sentirlos. 
En los alrededores han aparecido monedas, tachuelas y alfileres de hueso, así como restos de incineraciones. Algunos de estos hallazgos pueden contemplarse en la primera planta del Edificio Sarmiento, una de las sedes del Museo de Pontevedra.

La ermita








A lo lejos, la ermita aparece, como en una acuarela, rompiendo el horizonte en dos. Suspendida sobre el atlántico, nos hace sentir colgados sobre el océano, pero muy muy cerca del cielo.







Saluda, a la entrada del conjunto, la antigua torre defensiva hermanada, siglos atrás, con la de Cambados o las de Catoira.







Arriba, la capilla no precisa de campanas, acompañada permanentemente por el rugir del mar y el vuelo azabache de los cormoranes. Alzada en el siglo XIII, su estilo románico casa a la perfección con el entorno.



Las nueve olas de verano

Es sencillo imaginar la luz de muchos soles e incontables lunas colarse a través del pequeño rosetón iluminando el interior y a la imagen de Santa María. Precisamente infinitas lunas de verano han sido testigos de las peticiones de fecundidad a la Santa. Un rito que se conmemora el último fin de semana de agosto, saltando nueve olas bajo la atenta mirada del satélite de plata.


Lo cierto es que, en agosto o no, la magia se percibe en el ambiente. Una energía que flota alrededor, como ocurre en otros impresionantes lugares de Galicia en los que naturaleza e historia se entrelazan.

La energía de un pliegue temporal de arena, pizarra y mar se encuentra aquí, en A Lanzada. Lugar de arenales, a ratos salvajes, a ratos tranquilos. Orilla para olas mágicas a las que pedir el deseo de una nueva vida nueva creciendo y rompiendo las entrañas que la acogen.
Los claroscuros del agua, las sombras y las luces, que van y vienen con la brisa, forman en el paisaje paradojas perfectas. Es imposible no ver el sonido del mar.




De regreso caminamos contra el viento y, a veces, simplemente nos dejamos llevar como otras más de la bandada de gaviotas que planean sobre el promontorio.
Por momentos, sentimos las miradas de los antiguos espíritus clavadas en nuestras espaldas. Nos despiden con sus manos invisibles y vuelven a sus quehaceres. Hoy, nos han conducido a través del pasado y el presente de este lugar inolvidable.

Un lugar para ver, sentir, soñar y volver.

Comentarios

Entradas populares