Fotografías que no pueden escribirse



Las fotografías son imágenes estáticas. Recuerdos sin movimiento. Comienzos o finales. Intermedios.

Las fotografías son evocaciones; realidades aumentadas o disminuidas.

Las fotografías son momentos sacados de contexto; enmarcados y almacenados; tangibles e instantáneos.

Las fotografías, aunque no tengan letras, a veces nos regalan palabras y nos facilitan frases.

Las fotografías construyen ventanas por las que se cuelan ideas y trepan enredaderas de sonidos que nos reaparecen en los labios.

Pero las fotografías tienen otra parte, otras partes; partes que no pueden escribirse; describirse. Las partes de ese puzzle que  son las vivencias; las que sólo habitan en nuestra cabeza y en nuestro corazón.


Cómo escribir el aire que se queda almacenado en el pecho cuando lo que vemos nos deja sin respiración, o las palabras que duermen bajo la lengua incapaces de salir.
Cómo escribir el corazón saltando tras las costillas cuando vemos el amor, o el viento húmedo que trajo consigo aquella lluvia de primavera. Cómo escribir el rumor de los árboles envueltos por la brisa.
Cómo... el nudo en la garganta cuando ves la sonrisa del abuelo que ya no está;  el primer momento del piel con piel justo al salir del quirófano; el temblor en las manos al acariciar a tu amor peludo por primera vez.

La energía de lo que nos rodea, de dónde estamos; de lo que somos, no se detiene en un disparo; en un clic. Esa energía está en nosotros; somos nosotros; las emociones que atesoramos.

 Esas son las fotografías que no pueden escribirse. Son fotografías que hay que vivir; que sentir sin una pantalla de por medio.

Comentarios

  1. Felicitaciones!! me encanto y ademas es totalmente cierto, gracias por atreverte a decir lo que a veces callamos.

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    1. Gracias a ti, querido Buho, por leerme y entenderme 😊

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